Microrrelatos Vol.10: Cita a ciegas

Cuando llegó a la cafetería buscó rapidamente una mesa junto a la ventana, se sentó y pidió un café cortado. Mientras esperaba no paraba de mirar por la ventana y comprobar la hora con nerviosismo.
-Ya casi es la hora -pensó para si-, creo que no va a venir...
La camarera interrumpió sus pensamientos al poner sobre la mesa la taza de café y la bandeja con la cuenta.
-Gracias -Dijo él, mientras rompía el papel del azucarillo.
Al coger la cucharilla se dió cuenta de que sus manos sudaban y no paraban de temblar, se secó con una servilleta y empezó a respirar despacio. Mientras daba vueltas al café continuó impacientandose mientras miraba una y otra vez por la ventana, en el e-mail ella le había dicho que sería puntual pero el nunca tuvo muchas esperanzas de que acudiese a la cita. Decidió esperar diez minutos, y despues marcharía, se olvidaría de todo este asunto y no hablaría de ello jamás con nadie.

Cuando estaba dando el último sorbo a su café apareció ella, cruzando la puerta del local envuelta en un ajustado traje negro sugerente y discreto. Su aspecto denotaba seguridad, todos sus movimientos parecían fruto de una estudiada coreografía, sin duda se había preparado bien para la cita.
Él se relajó mientras la veía acercarse a la mesa, después de tanto tiempo esperando ese momento al final había llegado.
-Por un momento creí que no ibas a venir -dijo él mientras sonreia nerviosamente.
-Siento la espera -se disculpó ella- tenía que comprobar que estabas seguro, muchos se echan atrás en el último momento.
-Entonces... ¿Ha... ha habido otros antes?
-Por supuesto, ¡creí que me buscaste por mi experiencia!, ¿acaso es un problema? -espetó extrañada.
-No... no... -dijo avergonzado- solo es que no me lo esperaba, ya sabes, se supone que nadie lo ha hecho desde hace diez años.
Ella le miró fijamente mientras empezaba a dibujar una sonrisa en su cara, y remarcó -Se supone... soy una mujer discreta.

A continuación abrió su bolso, y tras hurgar durante un rato sacó varios papeles que puso frente a él y le ofreció un bolígrafo.
-Tan solo es un trámite -explicó ella- debo asegurarme de que cobraré una vez hayamos terminado.
-Es mas de lo que había pensado... es... mucho dinero.
-Lo se, sin embargo en esta situación no creo que el dinero sea un problema...
El asíntió y tras leer el documento con detenimiento cogió el bolígrafo y lo firmó con un trazo rápido.
-Entonces... ¿estás listo para hacerlo?
-Si estoy seguro -dijo él, y sonrió- pero... ¿donde?
-Aqui mismo...
-¿Aquí? -se sorprendió.
-Si -dijo ella dejando escapar una risa- pero no te preocupes, ya está hecho.
Ante el gesto de confusión de él, se explicó mientras señalaba con un discreto gesto a la taza.
-El azucarillo, contenía un veneno bastante efectivo... e irrastreable. Debería hacer su efecto a lo largo de los próximos días, es posible que notes cierto cansancio o dolor de cabeza.
-Bien, bien... -dijo él- y ahora... ¿que debería hacer?.
-Te sugiero que pidas unos dias de vacaciones en el trabajo y viajes a algún lugar apartado, donde nadie pueda encontrar el cadaver. Ya sabes, si la policia descubre que la gente puede seguir muriendose van a ir a por su familia y conocidos, y después me buscarán a mi... no es una situacion que nos beneficie a ninguno de los dos.
-Esta bien -asintió- muchas gracias por todo, de verdad.
Se dieron la mano y él se levantó de la mesa con una sonrisa de oreja a oreja, mientras él se ponía el abrigo ella guardó el testamento de nuevo en el bolso. Salieron juntos por la puerta y se despidieron rápidamente.
-Recuerda, discrección -le dijo ella.

Él emprendió la marcha de vuelta a su casa pensando en como planificar sus próximos dias. Se despediría de sus familiares, llamaría al trabajo, haría las maletas y cogería el primer avión hacia China, por fin podría visitar el Tibet. Hacía semanas lo habría considerado algo imposible, pero al fin despues de tanto tiempo podría disfrutar de los últimos dias de su existencia.

Microrrelatos Vol.9: Felizmente casados

-Ha sido muy feliz, el tiempo que hemos pasado juntos-. Esas fueron las últimas palabras que pude escuchar, a continuación su voz parecía sonar cada vez mas distante mientras la vista se me nublaba, y, poco a poco me comenzaba a desmayar.

Quizá la noticia de que ya no me quería me había destrozado, o quizá todo se debiese a que me había golpeado en la cabeza con la culata de una mágnum, nunca comprendí el comportamiento de las mujeres.

Debería haber entendido mejor sus señales: ella durmiendo con el jardinero, aquella vez que confundió el azúcar con cianuro en mi café, su insistencia en que debía comprarme un ataúd... Estoy seguro de que intentaba salvar nuestra relación, pero está claro, nunca entenderé a las mujeres.

Haikus Vol.5

Espesa niebla
oculta a la montaña
sin embargo, es.

Haikus Vol.4

Sunset 7003, por Rikka Ayasaki

Fluye en mis venas

la sangre derramada

rojo atardecer

Microrrelatos Vol.8: El bosque

Todas las noches tenía el mismo sueño, en él corría incansable por el bosque dominado por una sensación de libertad; las hojas y ramas crujían bajo sus pies, la tierra blanda se metía entre sus dedos, los latidos de su corazón resonaban en sus oidos acompasando una respiración agitada... en ese momento sus sentidos se agudizaban y se sentía más vivo que nunca.

Podía pasar horas deambulando en la fría noche por la tranquilidad del lugar, corriendo sin rumbo alguno, dejandose llevar por esa experiencia liberadora. En ocasiones una luz o un olor despertaban su interes y se acercaba ciudadosamente a su origen, con suerte encontraba algún pequeño grupo de excursionistas.
Se limitaba a observarlos desde una distancia prudencial y con la astucia de un cazador comenzaba a anunciar poco a poco su presencia con pequeños ruidos, rodeando el lugar. El olor del miedo en su presa le hacía comenzar a salivar y abría verdaderamente su apetito, era entonces cuando guiado por sus instintos más animales se lanzaba sobre sus piezas, paralizadas por el terror, y saciaba su hambre voraz.

Repentinamente despertaba de su sueño, con la boca pastosa y un ligero sabor a hierro, para comprobar que continuaba postrado en la prisión que había sido sus últimos siete años esa cama de hospital.

Hablando en frio sobre el "Caso Ponferrada"

Quizá a alguno le extrañe que saque a colación un tema como este un tiempo despues de que haya dejado de ser portada, de ser carne de tertulia de café donde hasta el más despistado puede sentar cátedra. La razón es que hablar en caliente de estos temas nunca es bueno y he preferido pensar fríamente en aquello que fuese a decir antes de expresarlo en un lugar como este.

Comencemos por el qué se ha dicho, durante todo el tiempo en que estuvo montado todo el circo mediático tan solo escuché hablar de dos cosas: el caso Nevenka y la mala gestión del PSOE ante el asunto. ¿Acaso es importante la situación política de la ciudad o la gestión del PP de Ponferrada anterior al suceso?, no, parece que eso era probablemente lo menos importante de la situación.
Antes de que nadie se eche las manos a la cabeza o salte al cuello cuando digo que se ha dado demasiado protagonismo al caso Nevenka me refiero a que es algo que debería haberse tratado en el momento correcto. Lo que sucede es que remontandonos a 2002 Ismael Álvarez fue condenado por acoso, quedando la alcaldía en manos de su mano derecha, Carlos López Riesco, mientras el PP defendía con firmeza la inocencia de este. Cuando en 2011 Ismael regresó a la política no fueron pocas las voces en la cuidad que calificaron su vuelta con IAP como una vergüenza, nadie (creo yo) en ningun momento se olvidó de la razón por la que dejó la alcaldía ni de sus métodos y "negocios", sin embargo arañó 5 escaños gracias a lo que se diría "sus votantes fieles". ¿Se habló de ello en algún medio nacional?, ¿alguien se rasgó las vestiduras mas alllá del Sil?, nisiquiera se pronunció apenas al respecto Luis del Olmo, pero claro, él no iba a hablar mal de un amigo.

La situación con la que nos encontramos antes del pacto PSOE-IAP es que durante la alcaldía de Ismael Álvarez este hizo del ayuntamiento y las entidades públicas de la comarca un caldo de cultivo para hacer negocio rodeado de amigos y conocidos, si eras primo de un edil del PP enseguida te colocaban, si ademas tenias una empresa tenias asegurados contratos a dedo y te podías ir olvidando de la competencia... así eran las cosas. Cuando el caso Nevenka estalló e Ismael dejó todo el tinglado en manos de Riesco este continuó con el mismo modus operandi, y rodeado de los mismos amigos, algunos como la ex-concejala de cultura Susana Tellez se ganó durante esos años el "cariño" de muchas figuras de la cultura de la comarca.

Gracias a esta red de intereses formada a lo largo de numerosas legislaturas las cosas siempre han sido igual en la ciudad de Ponferrada, hay negocios que han medrado como por arte de magia y otros que casualmente se han encontrado con todo tipo de trabas para poder siquiera mantenerse abiertos.
El ejemplo mas claro es el de la hosteleria, con el trato preferente a los pubs de La Gran Manzana (Ismael siempre cuidó bien de los negocios en que tenía metído su dinero) o ciertos grupos y asociaciones de bares, que casulmente nunca jamás han sufrido una redada o han sido sancionados por incumplir el horario de cierre, del mismo modo que misteriosamente las bodegas han pasado a ser practicamente historia en la zona alta. Hablo de ello porque yo lo he visto, porque no son pocos quienes directa o indirectamente se han visto metidos en este meollo, y en algunos sectores mas que en otros siempre ha sido determinante el posicionamiento político, la relación con el ayuntamiento y los "favores".

Me parece curioso que se haya hablado entonces de la cúpula del PSOE y no de la conexión del ayuntamiento con tramas como la Gürtel, que se haya juzgado antes la moralidad de Samuel Folgeral que la de López Riesco quien por cierto siempre defendió a quien fué su mentor en el partido. Nos os confundais, no estoy defendiendo a Folgueral, comparto que el modo de llegar al ayuntamiento no ha sido precisamente el mas correcto y que probablemente tras esto ha quemado cualquier posible futuro en la política, pero en cierto modo me alegro de que tras el pacto Ismael haya abandonado (en teoría) la política de forma definitiva y que se abra una esperanza por pequeña que sea de que el entramado construido por el PP pueda empezar a desaparecer o reducir su influencia. Para hablar sobre la capacidad política de Samuel Folgueral deberíamos esperar a los hechos, y entonces habrá legitimidad para decir si el cambio ha sido positivo o no para la ciudad.

Ya lo dije hace unas semanas, yo no podría opinar sobre el ayuntamiento de Cuenca o sobre la opinión que puedan tener los valencianos respecto a Rita Barberá, por poner un ejemplo. Lo fácil siempre ha sido hablar por hablar, o hablar de oidas, y perdonadme el atrevimiento, pero si aún os sigue pareciendo que lo peor de esta situación es "que el PSOE haya pactado con un acosador" la verdad es que estamos claramente jodidos.

Microrrelatos Vol.7: Una de esas caras

Aquel día me encontraba dando un paseo por el recientemente renovado parque de la ciudad, el aire transportaba un agradable aroma a césped recién cortado y el sol parecía llenar de vitalidad todo el lugar. Había hecho bien en seguir la recomendación del doctor sobre tomar frecuentes paseos, el clima estaba sentando bien a las recientes cicatrices de la operación y a mi agotado ánimo de convaleciente.

Al pasar junto a un pequeño jardín vino a mi un olor proveniente de algún tipo de flor que no supe identificar, en ese momento me arrepentí de no haber prestado nunca atención a las flores o haberme molestado en aprender a diferenciarlas... era una de esas cosas de las que te arrepientes cuando te impiden poder disfrutar verdaderamente de algo. Mientras estaba perdido en estos pensamientos oí tras de mi una voz llamando a un tal Hank, me giré cuando noté su mano posándose en mi hombro.

-¡Hank!, ¡Cuanto tiempo!... pareces algo cambiado...

-No... no... -Me disculpé- Se equivoca de persona... debo de tener una de esas caras...

En ese momento recordé las palabras del vendedor de prótesis de cara cuando me advirtió de los posibles inconvenientes de un modelo tan barato.